La tecnología al servicio del rol

Esto iba a ser una entrada para el Carrusel Bloguero del pasado mes de Diciembre, pero me caí en una lancha. Quede la intención.

Siendo como es la informática una constante ya en tantos hogares, era cuestión de tiempo que esa misma tecnología tocara de alguna manera en nuestra afición preferida, haciendo más rápidos, más fáciles o simplemente posibles, algunas de las cosas con las que estamos habituados (o no).

La manera más directa en que nos encontramos que la tecnología nos aporta facilidades ha sido, sin duda, el hecho de que internet nos ha puesto a disposición todo un océano de información, documentos gratuitos (ya sea creados por la afición o liberados por las mismas empresas), y la experiencia compartida sobre todo. Las BBs, los foros, los blogs y las redes sociales (como la reciente elroldesiempreonline.com) han sido críticos a la hora de generar esa compartición de información y experiencias.

Después, los ordenadores primero y después los teléfonos inteligentes (haciéndolo además, muy portable), nos han dado herramientas con las que poder hacer más rápido todas nuestras tiradas (y sin que los dados se nos caigan de la mesa). Si tuviera que recomendar ahora mismo unas aplicaciones al respecto, optaría por Bag’O’Bones para el vetusto WM6, DiceBag y Dicebox para Android y Rolz Dice Roller para iOS; son esa clase de cosas que nunca sobran en el teléfono de un rolero. En ordenador y como programa excepcional, Vassal es una herramienta fuera de lo común para manejar juegos desde un entorno de “mesa de juego”, con abundantes recursos para roleros, wargameros y una legión de juegos de mesa, no es el más intuitivo del mundo pero cumple con su papel una vez te haces a los mandos.

Pero volviendo a la experiencia compartida, lo que yo creo que es el gran punto de la tecnología actual es el poder comunicarse en tiempo real con otros jugadores, compartir datos, tiradas y ya con eso, partidas online prácticamente calcadas a jugar alrededor de una mesa.

Ya existen lugares pensados con esa idea, como la célebre Comunidad Umbría. Sin embargo, yo quiero darle otra vuelta de tuerca y pensar en resolver la pregunta ¿y si dentro de media hora quiero montar una partida de rol online? No tengo tiempo de andar buscando información, ni navegar por webs llenas de monumentales recursos (que tal vez tampoco necesite), o “estudiar” para hacer funcionar el programa. Vamos a lo sencillo y directo. ¿Qué necesitamos? Usemos la analogía de la mesa de juego; que como además todo el mundo sabe, las únicas mesas que nunca se quedan cojas son las que tienen tres patas.

• Skype, GTalk, o cualquier programa de comunicación por voz. Llevo más de 15 años tratando con diversas formas de rol online, desde IRC al foro, pasando por el correo y cualquier cosa que se os pase por la cabeza. Y todas me resultan igual de aburridas. ¿Por qué? Porque una de las cosas más estimulantes del rol es la interacción directa, el poder hablar, la narración inmediata. Si quiero escribir un libro, ya escribiré un libro (guiño, guiño, codazo, codazo), pero cuando quiero jugar rol, me gusta escuchar a mis compañeros y oir los gritos de agonía de mis enemigos. Por eso no tiene competencia alguna el uso de programas de comunicación por voz, con la ventaja de poder utilizarse en grupos y así tener la primera pata de la mesa. Si nos centramos en esos dos, Skype tiene ventaja de estar más extendido y GTalk de poder ser utilizado desde el mismo navegador (si usas Chrome) sin tener que instalar un programa independiente. Ambos tienen versiones para teléfonos y tablets (que también son una cosa que acaba viéndose en muchas mesas reales).
• Los dados serían la segunda pata de nuestra mesa de juego. No hay rol clásico si no hay dados (bueno, alguno usaría monedas, pero una moneda es un d2). Y para eso, el mejor lugar que conozco es, de largo el Online Dice Roller, que nos permite hacer tiradas de dados con el sistema de códigos más sencillo y funcional que se pueda ver en la red y además compartirlas con todos los que tengan el nombre de la mesa, de forma que cualquier tirada queda a la vista de todos los jugadores. Para sacarle todo el provecho puede que tenga una ligera curva de aprendizaje, pero para empezar a usarlo sólo necesitáis dos clicks y 10 segundos. No está mal. ¿Eh?
• Si ya queremos rizar el rizo, lo que nos falta es una manera de compartir imágenes y mapas, para los nunca suficientes apoyos gráficos y el control de posiciones de los personajes en combate. Como tercera pata de la mesa yo optaría por Dabbleboard, un servicio online de pizarra cooperativa, donde cualquiera con la dirección concreta de la pizarra puede entrar y escribir o dibujar en ella. Permite subir imágenes propias (mapas y marcadores creados por uno mismo en su casita), cambiar el tamaño de pizarra, bajar el resultado como imagen (útil para guardar “foto” de los mejores momentos) y todo eso sin tener siquiera que darse de alta. Si te das de alta además puedes guardar las cosas para que sigan igual en la próxima sesión.

• La cuarta pata son los panchitos y la cocacola. Pero como ya avisé, las mesas de cuatro patas, cojean.

Y vosotros, estimados compañeros y lectores. ¿Qué ideas y servicios consideráis útiles para jugar online como si fuera en mesa?