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12 septiembre 2011

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Cronicas de Wormwood: La moral y la sensibilidad en los juegos de rol.


Que Garth Ennis es un provocador nato ya es algo que cualquiera debería de saber. Irreverente, irrespetuoso, fresco y extravagante. Tampoco mentimos si decimos que a veces tanto “caca, pedo, culo” como tienen sus obras, empieza a ser algo cansino y repetitivo. Pero, sea como sea, este señor sabe como coger todo lo establecido y meterle dos patadas donde mas duele.

Y eso es Cronicas de Wormwood, una obra irreverente y divertida que no es que sea ninguna maravilla (que no lo es) sino que nos sirve para tratar un tema que se me ocurrió el otro día leyéndola. Pero vayamos por parte.

La obra aun no esta en español, así que podéis buscarla en amazon por unos 16 dolares. ¿El argumento? Pues, sacado de este blog es, mas o menos, el que sigue:

En esta serie, Ennis nos presenta a Danny Wormwood, un empresario televisivo con un conejo que habla y que, además de eso, es el Anticristo. Pero como en toda buena obra de Ennis que se precie, no tiene ninguna intención de provocar el Apocalipsis (porque no le convence eso de que el Diablo – su padre – y Dios mango
neen a la humanidad como les apetezca) y, además, Jesucristo es uno de sus mejores amigos (aunque aquí responde al nombre de Jay, es negro y un encontronazo con la policía le dejó… algo lento a la hora de pensar). Es Ennis puro, el Papa es un australiano salidorro que se droga y folla con todo lo que se deje y además pacta con el Diablo para provocar el Apocalipsis; Wormwood engaña a su novia con Juana de Arco; el conejo provoca suicidios entre los seguidores de Star Wars; hay un camarero de bar con una polla en lugar de nariz; etc…

Los que conozcáis un poco la idiosincrasia de este autor (del cual ya hable hace poco) sabréis mas o menos, con este argumento, que esperaros de el. Ennis no respeta nada y, mucho menos y especialmente, la religión cristiana. Y de la lectura de esta obra surge mi siguiente pregunta: ¿esta todo permitido en los juegos de rol?

La moral en los juegos de rol.

En lugar de enfocar este articulo buscando ideas o ambientaciones (lo cual es excesivamente sencillo leyendo el comic arriba mencionado, que se puede adaptar para un montón de ambientaciones con toques realistas como Eyes Only o Ciberpunk, por poner dos ejemplos) vamos a dar un paso mas. Una de las reglas estándar en cualquier juego de rol es el no tocar temas que puedan herir la sensibilidad de tus jugadores. Si uno de tus jugadores es claustrofóbico (por poner un ejemplo) encerrarlos en una habitación pequeña a oscuras y desarrollar toda una sesión de juego en un ambiente así, puede no ser recomendable. Hablando por experiencias propias, en muchas de mis partidas de tono mas realista jugando con féminas, he pasado de puntillas sobre temas que he deducido que les puede dar mal rollo, como pueden ser el maltrato o la violencia de genero. Una vez, jugando a In Nomine Satanis, uno de los PNJs maltrataba a su mujer (tan solo se decía, en ningún momento se mostró abiertamente) y note fácilmente cierta hostilidad de parte de una de mis jugadoras hacia esa situación, lo que me hizo que evitara meterme mas en ese tema.

Ennis en sus obras es un provocador nato, no respeta nada. Le gusta meterse con todo lo establecido. Y de ahí mi pregunta, ¿hasta donde podemos provocar en una partida? Si uno de nuestros jugadores es cristiano y practicante, ¿deberíamos de poner en una partida de In Nomine Satanis a los ángeles portando armas, matando y destruyendo y ni molestándose lo mas mínimo por las repercusiones de sus actos? El juego dice que si, pero el jugador estaría en su derecho de molestarse.

Otra situación que también me paso vino por otra partida mas realista de Shadow Hunters. Un jugador mío reciente (un día de estos debería de hablar de todos los arquetipos de jugadores que he tenido, darían para varios artículos) se hizo un personaje comunista y, para añadir mas leña al fuego, el jugador mismo es comunista y bastante visceral en sus ideas. En un momento en la partida había un PNJ que representaba a un partido con ideas de derecha, a lo que le jugador aprovechaba para meterse (fuera de juego, se sobreentiende) con el y su manera de pensar. Tenia pensado desde antes de empezar la partida que el PNJ no fuera de derecha, sino un tipo carismático que tuviera contactos tanto con una facción como con otra para tener amigos en todos lados y poder realizar sus planes para provocar el Apocalipsis (versión resumida del modulo… muy resumida). En una reunión este PNJ se reunió con importantes personalidades reales de la política tanto de izquierdas como de derecha dando un discurso grandilocuente poniéndose en bien con ambas partes y relacionándose la derecha con la izquierda en mi mundo de juego. El jugador no me dijo nada a mi personalmente, pero ya no vino a ninguna partida mas (lo cual tampoco me molesto, añado).

Otra jugadora me comento que agradecería que en las partidas, cuando se describiera un crimen, no me deleitara contando el proceso y que no me entretuviera demasiado en la casquería.
Así que mi pregunta seria: ¿debemos de limitar nuestras partidas a las ideas políticas, religiosas o morales de los jugadores o podemos jugar con todo lo que queramos? ¿Podemos ponernos algún limite? Yo tengo bastante clara esas respuestas.

¿Y si Garth Ennis dirigiera una partida de rol?

Pues yo me apuntaría sin pensármelo.

Pero, centrándonos en el tema. Reconozco que me gustan los juegos de fantasía, tales como La Marca del Este, La Leyenda de los Cinco Anillos o Roleage, pero mi devoción principal son los juegos de ambientación contemporánea o realista. Me encanta arbitrar partidas en el presente, bien de demonios, bichos raros o poderes mágicos. He disfrutado dirigiendo In Nomine Satanis/Magna Veritas, Shadow Hunters o Shadowrun (que trata temas muy realistas). Y mi limite es el no herir la sensibilidad, pero me da igual el orgullo. Y me explico ahora mejor.

Si un jugador tiene ideas algo radicales sobre la religión, la política o el uso de las armas en Irak, yo se las respeto, pero son ideas que pueden dar lugar a muy buenos módulos y a muchas buenas situaciones de juego. Si alguno de mis jugadores se molesta por que un personaje de derechas sea el bueno de la película o que se demuestre que EEUU esta operando correctamente en
Irak por que esta evitando que se abra un portal demoniaco, ese es su problema. Un modulo de rol es como una película o una novela, son ideas, pero nunca formas radicales de pensar.

Pero lo que si respeto en un jugador es su sensibilidad. Si yo deduzco que uno de mis jugadores ha podido tener problemas con el maltrato a un familiar, puedo evitar ese tema en mis partidas o pasarlo muy de puntillas. No quiero que ninguno de mis jugadores salga asqueado o con el estomago revuelto de mis partidas, pero no me importa nada que salga viendo otras posibilidades del mundo real y entendiendo que estamos en un mundo plural y abierto, no en un mundo de una única idea que, para mas inri, quiere que sea la suya.

Pasando(te) la pelota.

¿Y a vosotros os ha pasado alguna de las situaciones que menciono mas arriba? ¿Cómo la habéis solucionado? ¿Defendéis la pluralidad de ideas en las partidas o hacéis vuestras crónicas teniendo en cuenta las ideas que tienen vuestros jugadores del mundo real para evitar discusiones ideológicas? ¿Alguna vez habéis herido la sensibilidad de vuestros jugadores de manera intencionada y habéis continuado o cuando habéis deducido que un tema puede tocar la sensibilidad habéis parado o cambiado la situación?

Dicho de otro modo, ¿cómo tratáis el mundo real y sus temas en vuestras partidas de rol?

ACTUALIZO (gracias a los comentarios): La obra si esta en español, tenéis mas info en este enlace y una reseña en este otro.

13 Tiradas:

Sr. Panda dijo...

La provocación está bien para hacernos saltar de la silla y ponernos a pensar. Es un recurso que hay que usar con bastante cuidado. Partiendo de que sabemos que TODO es un juego, y que no debe pasar de ahí, creo que lo principal es que todos los que están en la mesa se diviertan, y si algo les hace sentir muy incomódos, la diversión se pierde. Hay que conocer un poco con quién nos sentamos a la mesa y tratar de establecer los límites para no herir a nadie.

Yachi dijo...

Es una cuestión de limites, como bien menciona JMPR, yo tiendo a provocar en según que temas y no me pesa ni me corto en temas de moral dudosa como puede ser el maltrato, ni mucho menos en la política porque son temas que dan mucho juego y que pueden ser parte de una trama. Son cuestiones reales que no entiendo que debas hacer como que no existen, pero si es cierto que hay que conocer las circunstancias de tus jugadores y saber si alguien ha pasado por algo malo relacionado que le pueda hacer especialmente sensible, pero solo en cuestiones así me cortaría de tocar algun elemento. Es un juego, hay que saber diferenciar lo que pensamos y sentimos de lo que piensan y sienten los pnjs y pjs.

Mikolynn dijo...

Pues si, a mi me pasó algo parecido:
Un Jugador en AeLMdE llevaba un psicópata que se lo cargaba todo (bueno, menos cuando sus compañeros le convencían de que no lo hiciera) pero cuando salían temas de sexo, violaciones, maltratos y tal (en mis partidas potencio la parte dura de la realidad, más o menos como en la edad media europea) el tío se ponía tenso y hasta me dijo:
¿Podemos dejar de hablar de tantas guarrerias?
A lo que mi contestación fue:
"En el mundo real la vida es dura. Enrique VIII se cargó a varias de sus mujeres y era Rey. Las mujeres eran moneda de cambio, de chantaje y se las violaba repetidamente para bajar la moral del enemigo. A las brujas se la quemaba y a las adulteras se les cortaba la nariz...
Y hoy en día en muchos países de África o durante la guerra de Chechenia o de Kosovo (si en Europa finales del SXX) estas situaciones ocurren cada día..."
La vida es dura, y una cosa es reflejarla, y otra muy diferente es regodearse con ella o promocionar-la...
Igualmente, sea el caso que sea, si ocurre como esto que comentas del jugador religioso al que le ofenden "imágenes" del juego... Que comprenda que es eso, un juego, y la gracia del mismo no es que refleja la realidad tal y como la conocemos nosotros sino que refleja una realidad alternativa. Y no es por ofender a nadie, se juega a un determinado juego porqué es divertido.
Yo mismo soy muy de izquierdas, pero me lo he pasado bomba en "comandos de guerra" llevando un oficial de las SS, o en D&D lelvando un paladín mas recto que un palo...

Anónimo dijo...

La obra si está en español, la edita Glénat y el primer tomo está disponible.
En breve sacarán el segundo.

Patricia Marín dijo...

Saludos,

me ha llamado la atención tu artículo porque justamente estoy leyendo algunas obras de Ennis (concretamente, voy el tomo número 3 de The Boys) y sí, coincido en que no respeta nada xD

Yo soy directora que suele tratar temas peliagudos muy por encima, para evitar herir sensibilidades. Sin ir más lejos, dirigí un módulo de investigación dónde los crímenes y la forma de cometerlos eran muy desagradables, pero yo avisé y advertí que si alguien no tenía ganas de escucharme en la descripción, que me lo dijera.

Como jugadora no he tenido muchas molestias. Sí es cierto que como mujer, en un grupo de jugadores masculinos, he notado que estos se cortan a la hora de ser bruscos o soltar hombradas típicas cuando encuentran PNJ femeninos.

Debería existir un término medio entre lo que puede molestar y lo que no. Temas como la religión y la política son temas que, personalmente, me parecen muy peliagudos y tanto por parte del director como por parte del jugador debería existir un mínimo sentido común para evitar salirse del personaje.

Un saludo.

Funy Skywalker dijo...

Al final todo depende de los jugadores, y de que haya comunicación entre ellos. Si les preguntas si tal tema les es incómodo de tratar, pues no lo metes y ya está, como te pasó con la jugadora esa. La experiencia y el trato con tus jugadores te irán diciendo hasta que punto puedes ser transgresor.
La partida debe ser algo agradable y divertido para todo, si algún jugador le incomoda algo (temas, reglas, etc), hay que dar marcha atrás. Igual que si vas al cine, y alguien no le gusta el gore, no entráis en esa sala, y ya está.

Midas dijo...

Lo que dilucido tras leer el artículo es que tienes unos jugadores muy especiales.xDD
Esto no deja de ser un juego, lo quieras revestir de la seriedad con la que lo queramos revestir. En cuanto alguien se sienta en una mesa de partida, la ideología, y si me apuras las sensibilidades quedan en un segundo plano. Sí que es verdad que como máster cada uno conoce a sus jugadores y sabe de que pie cojean, pero no habría de pasar nada siempre y cuando no vayas a buscarles las cosquillas. Entendiendo por eso no ensañarse con algunas ideas con las que se pueda generar un verdadero conflicto. Yo creo que la moralidad en los juegos de rol es algo que no nos debería atar en ningún momento si ello nos va a reportar una buena sesión de juego. Tal y como reza el credo de los asesinos: "Nada es verdad, todo está permitido."
Pero vamos, esta argumentación deviene por que jamás he tenido ningún problema con mis jugadores tratando temas escabrosos o "sensibles"; ellos saben que no deja de ser un divertimento y una simulación que al fin y al cabo no es real.

WilliamDarkgates dijo...

Todo esta proponer las reglas desde el principio. Sí, se habla claro al comienzo todo esta muy bien. Por otro lado, si conoces a los jugadores sabes donde poner tus fronteras.

cuando yo jugaba en mesa hice algo similar, más que todo en el aspecto político. Cómo deben de saber el entorno político en mi país lleva años caldeado. Aquella vez, en mesa yo tenía un jugador, que estaba del lado opositor al gobierno, era realmente chocante. Es realmente chocante (todavía esta vivo aunque ya no lo trato tuve que eliminarlo de mis contactos)y al iniciar mi partidas, siempre les pedía a todos, que dejaran sus comentarios políticos fuera del juego (aunque jugábamos D&D, a él le gustaba hacer analogías con la situación del país en ese momento)Dados que todos acataron las reglas, con el tiempo el jugador dejo de hacer tantos comentarios molestos.

como ven, todo es cuestión de hablarlo.

David dijo...

Bueno, si, estoy de acuerdo con Midas, yo he tenido en mas de una decada de juegos jugadores muy "especiales" que darian para varios articulos. Esto de arriba son ejemplos sobre el tema que trato y todos ellos buenos jugadores, pero estoy seguro que todos habeis tenido alguno (a ver si un dia me animo a hacer un articulo sobre arquetipos roleros, que daria para mucho tema... o si alguien se anima, que nos pase el enlace) con alguna mania propia y muy respetable.

@Myko-Lynn Me pasa como a ti, he disfrutado interpretando personajes que no tienen nada que ver con mi idosincrasia de pensar, incluso con mi moralidad, y todo es jugar y pasarlo bien. Yo pienso que el rol es para interpretar todos los palos.

@Paty C. Marin. Leete YA o YA (XD) Hitman (a ver si un dia subo el articulo que hice ya hace tiempo) o su Punisher. Supongo que Predicador ya habra caido, pese a su horrible final (desde mi punto de vista).
No coincido con tu punto de vista, la politica no deberia de ser un tema tabu, muy buenas peliculas o novelas la tratan y da mucho juego. Creo que hay gente que deberia de aprender a respetar todas las ideas y no cerrarse en su forma de pensar. La religion... mientras no insultes descaradamente, tambien da mucho juego. Y te lo dice un cristiano que ha jugado dirigido durante mas de 3 años a In Nomine Satanis ^^ Y mis Angeles daban MUCHO miedo :D

@Dargates, +1 :)

@Anonimo, gracias, actualizo el articulo con tu informacion. La proxima vez ponte un nombre (aunque sea un nick XD) para poder agradecer mas personalmente :)

Unknown dijo...

Adoro a Garth Ennis desde su etapa en Hellblazer y por Predicador.

En cuanto a la provocación en la partidas que hice cuando era Master, dependía del rol del PNJ. Si su personalidad era provocadora, lo llevaba al límite. Si los jugadores reaccionaban de una manera sorprendente y me desmontaban el argumento, me fastidiaba; al fin y al cabo hay que mantener la sensación de libertad y capacidad de decisión de los jugadores.
En referencia a la política y la religión: lo siento, soy absolutamente irreverente en estos temas, dentro de una partida de rol. Como sólo jugaba con mis amigos, tampoco había problema :)

Patricia Marín dijo...

Oh, sí, disculpa, me había expresado mal en lo que quería decir.

Lo que quería decir (te voy a poner el ejemplo de un jugador de mi grupo) es que tanto la religión como la política son temas a tratar con mucho sentido común. Es decir, por supuestísimo que estoy deacuerdo en que la religión y la política son temas que dan mucho juego (oye, yo escribí una novela con Lucifer como el buen héroe que trata de salvar su patria de Dios xD), pero si el jugador es un mente cerrada... El jugador en cuestión es ateo (o eso dice él...) y se niega a llevar clérigos en D&D porque son religiosos...

En cuanto a tus recomendaciones, las tengo en lista de espera ;)

Un saludo :)

AOH/Rasczak dijo...

Yo soy de los que usan mucho la provocación moral, ya que la considero un arma poderosísima para provocar diferentes estados de ánimos en los jugadores y a la misma vez, incentivar determinados conflictos morales en las mismas aventuras, cambiando por completo sus intereses en cuestión de segundos.

No me corto un pelo, desde convertir a un niño de corta edad en el mayor peligro para la vida del planeta (mientras siga vivo, una vez muerto... no), o mostrar cómo el principal aliado de los jugadores es un sádico torturador o cosas peores. Cualquiera de esos dos ejemplos hacen tambalearse el esquema de prioridades de los PJs, porque provocan conflictos internos entre el deber moral y el deber "laboral" o incluso la necesidad de supervivencia. Me encantan los juegos donde la moralidad es ambigua.

Respecto a la provocación de índole menos moral, no me preocupa en absoluto, ya que apenas deja un rastro más allá del momento puntual y tiene también una utilidad muy alta para provocar tensión en momentos. Por ejemplo, la descripción de un crimen (y mis descripciones de escenas truculentas son célebres por lo detallado y detallista).

Eso sí, hay que tener mucho cuidado porque una cosa es provocar un conflicto moral en la psique jugador/PJ y otra muy distinta removerle la mierda a alguien. Yo me cuidaría mucho de introducir un suicidio en una partida en que haya algún jugador con algún suicidio en su ámbito cercano; se puede pasar rápidamente de provocar a crear una crisis en el seno del grupo, cuando a alguien le remueves la mierda y tus partidas se convierten en algo desagradable que lo persigue.

Haco dijo...

¿Y si todo eso no lo sabes por que acabas de empezar a jugar con ese grupo o haces una partida en unas jornadas? Supongo que me direis que haga una partida más neutra aunque yo crea que es la mejor partida que tengo.
Quizá hay que dejar la realidad a un lado y no entrar en ella en demasía o no explicarlo claramente, los escritores del XVIII y XIX ya lo hacían ahí están los Viajes de Gulliver o películas como StarShip troopers y cosas parecidas no hace falta revelar al final de la partida que tal personaje esta basado en zapatero o en aznar o en berlusconi, lo sacas y ya está y si alguien se siente molesto que lo diga, las partidas al fin y al cabo tb podrían servir como terapia, matar a todos los que hagan daño a las mujeres o los niños, cada personaje es libre de hacer muchas cosas que no están especificadas ni en su historial ni en su alineamiento, recuerdo que una mision de Twilight 2000 estuvo a punto de irse al garete por que mi ex-sargenyo de los boinas verdes no quiso eliminar un niño que iba a dar la alarma en una incursión que hacíamos, así que cada uno afronte la situación como mejor pueda según su criterio, otros jugadores habrían matado al niño, o cuando se hacen prisioneros hay discusiones en los grupos sobre si eliminarlos o no, pero para eso los pone el master para ver que hacen los jugadores..
Como decís, es un juego y hay q divertirse que nadie piense que la cosa va contra él y si la situación es muy parecida a la real pues afrontarla como no podemos realmente por que no somos máquinas de matar (al menos yo) o por que iría a prisión!!

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